domingo, mayo 17, 2009

“PALABRAS ANTES DE DORMIR”


Son las 4 de la mañana de un día de Otoño, miro por la ventana aguardando el instante en que el sol irrumpa en la habitación, se que aún falta mucho, se que aun no es el momento, sé que hay una eternidad entre la luz y yo, pero sigo esperando, inerte, casi sin respirar, como si solo después de contemplar ese instante pudiera mi alma descansar, como si el sol pudiera borrar todo lo que mis huellas dejaron detrás…
Pero sin saberlo me quedo dormido, y ese instante llega y se va, como todo en esta vida, como todo en mi vida, y despierto perseguido por las alarmas, por los relojes y las agendas, por las obligaciones y las cosas olvidadas, y pienso en vos, como cada noche, como cada mañana, como cada día. Y caigo en la cuenta de que siempre fuiste lo único que quise olvidar, pero sos el único recuerdo que siempre esta, y sos como el día, que viene y se va…
Con esto no pretendo empezar a contar la historia de mi vida, pero hay algo en este relato que me recuerda mucho a mi, pero sobretodo me recuerda mucho al que era cuando estabas aquí…El tiempo pasa, y parece ser el único juez irrefutable, incorruptible, duro y severo, capaz de destruir lo que los años con esfuerzo construyeron…O por lo menos eso pensaba yo…
Los pasos seguían a mis pies, cuando yo siempre quise unos pasos que seguir, siempre revisando mis acciones, mis palabras, mis gestos, incapaz de ser espontaneo, de ser fresco. En la parada de colectivos, vi una publicidad, “las cosas buenas de la vida no se pueden pagar”, y como no encontraba nada mas en que pensar, durante el viaje medite en aquella frase, en cuantas veces los instantes de felicidad que con tanto fervor recordaba, fueron comprados con migajas de algo que nunca fue mío, que nunca me perteneció…
Y de esa manera comenzaba un día mas, cargado de monotonía, pero con una luz al final del túnel, hoy la volveré a ver…La sola idea alcanza para hacer que mis horas parezcan días, es que hay tantas cosas que le quiero contar, tantas cosas que le quiero preguntar, ha pasado tanto tiempo…
Y cuando me doy cuenta de eso, aparece de nuevo el, el tiempo, protagonista indiscutible de esta historia, la melancolía se apresura y me alcanza, y me digo: ya no se debe acordar de mi, las cosas que vivimos no significaran nada, fui yo el único que ha vivido en un espacio atemporal, anclado a su recuerdo, sin poder avanzar…
Suena el teléfono: “Señor, se lo solicita en la sala de reuniones”, la vida me devuelve a la realidad de un golpe, hoy es un día importante para mí, muchos negocios por cerrar, la posibilidad de un ascenso nunca estuvo tan cerca, pero nada me importa, solo nuestro reencuentro ocupa mi mente, es inevitable, e incontrolable, ahí estas ocupando cada parte de mi día, hoy más que cuando dijimos adiós…
Miro por la ventana, es una mañana tan parecida a aquella en la que la vi por primera vez, recuerdo cuan apurado iba, llegaba tarde a una reunión muy parecida a esta que ahora le resto importancia, pero que aquella vez era lo que había estado esperando toda mi vida, es extraño como uno puede aprender de las cosas de las que pensaba conocer todo…
Abrí la puerta de calle del edificio y me tope con ella, casi de frente, inmóvil, serena, inocente, tan inmersa en tu mundo, tan llena de vida, tan perfecta para mí, pero en ese momento no lo vi, solo la hice a un lado y seguí hacia mi destino, sin darme cuenta que era mi punto de llagada, mi principio y mi final…
En esa oportunidad no tuve éxito, no conseguí el aumento, volví a mi casa luego de una jornada frustrante, pero pensando en aquellos ojos que se toparon con los míos, y que sin darme cuenta no me dejarían jamás…
La rutina puede burlarse tan fácilmente, con tan solo una nueva experiencia, una nueva sensación, una nueva persona que llega a tu vida, una sorpresa o una burla del destino, nunca lo sabré realmente, solo sé que la conocí, y desde ese momento ya nada fue como antes…
Los días pasaban unos tras otros, y me obsesione con llegar a la misma hora al mismo lugar, ansiando verla de nuevo, reprochándome no haberle hablado, ¿era tan difícil decir hola?, como pude ser tan tonto dios mío! Pero ahí me encontraba, ansiando verla, ansiando conocerla, ansiando hablarle, pero nunca llego…
Por todos mis medios trate de borrarla de la mente, conociendo otras personas, divirtiéndome, después de todo solo la había visto una vez, no podría ser tan difícil…Pero el destino juega sus cartas y espera paciente por nuestro turno, y así fue como jugué mi carta, cuando la vi de nuevo, no en aquel lugar, no en aquella hora, pero la vi…
La música alta, el ambiente brumoso, el alcohol, las chicas fáciles, todo era propicio para terminar satisfecho en mi casa como tantas veces, pero sintiéndome tan solo y tan vacio como siempre…Hasta que en la barra la vi, ahí estaba, no lo podía creer, tan perfecta como recordaba, tan hermosa, tan mía desde hace tanto tiempo, pero aun seguía sin saberlo…
Repasaba mis mejores estrategias en la mente, mis mejores argumentos, mi mejor mirada, mi mejor sonrisa, ¿estará bien mi cabello? ¿y mi aliento?, pero me volví y ya no estaba, no podía ser, no puede ser que la haya perdido de nuevo! ¿Es posible que el destino me este jugando una mala pasada? ¿habrá sido tan solo una ilusión? El paso de las horas intentaba por todos sus medios hacérmelo entender, pero así deshojara el sol en aquel bar, la esperaría, en algún momento tendría que volver…
Sin saberlo me quede dormido, y junto con el sol, llego, es lo primero que recuerdo de aquella mañana, era ella y el sol, nunca me sentí tan bien, nunca fui tan feliz, me miro y me sonrió, sentí que el alma se me saldría del cuerpo, como si hubiese cumplido con el objetivo divino de encontrar a mi alma gemela…
Pero, ¿Qué estoy diciendo?¿ Tengo acaso 15 años?, siento vergüenza de mi mismo, no puedo sentirme como cuando me enamore por primera vez, no es posible, soy un hombre de negocios ahora, no hay tiempo para tonterías como esa, pero , ahora me pregunto, ¿realmente alguna vez me enamore?, ¿o será ella la primera y la única vez?
De todas formas, y sea como sea, ahí estábamos, uno frente al otro, el tiempo parecía haberse detenido, nada importa ya, no sé que día es ni me importa, no sé qué hora es ni me importa, no sé donde estoy ni me importa, todo lo que realmente me importaba en ese momento estaba ahí, eras ella, éramos nosotros dos, no podía desperdiciar esta nueva oportunidad, ¿o sí?
Me pare de un salto, y me caí de frente al suelo, no podía entender como aquella soñada situación daba un vuelco así, ¿y ahora como sigo? ¿Cómo salgo airoso de algo como esto? ¿Qué estará pensando de mí? Que otra cosa podría pensar…Que no soy más que un borracho de mala vida, sin mayores pretensiones y sin nada que perder…
Es verdad, ya no tengo nada que perder, porque todo lo que quiero ganar es a ella, no necesito nada más. Se acerca a mí, me ayuda a poner de pie, me sonríe y mis temores se van tal y como vinieron, me dice hola…Hola!! Me hablo!! No lo puedo creer!! ¿y que se supone que debo hacer ahora?¿qué es lo que sigue de todo esto?
Y me dice de nuevo: hola, a lo que yo contesto de la misma manera, trato de incorporarme y de volver a mi estructura formal, de ser el hombre que impresiona a todas las mujeres, el hombre del que todas quieren algo, aunque mas no sea su dinero, pero sentí perderme en su mirada, desinteresada, en ella el tiempo no existe, los prejuicios y los miedos tampoco, solo estas ella…
¿Estás bien? Me pregunta, a lo que yo respondo con un seguro: si!! Fue solo un resbalón nada mas… y me sonríe de nuevo como burlándote de mi poco audaz respuesta, ya nada puede planearse, me tiene ahí contra la pared de mi propia seguridad, con la única opción de ser autentico, espontaneo, de ser yo…
Sin darnos cuenta nos quedamos hablando de la vida, de sus idas y vueltas, de lo raro de pasar de ser desconocidos a ser personas con algo en común…si habíamos encontrado lo que buscábamos, pero ninguno de los dos se daría cuenta sino después de mucho tiempo…
Nunca supe que hacia ahí a esa hora, pero desde aquel momento me gusta imaginar que estaba esperando por mí, tal y como lo había hecho yo todos estos días…un saludo de despedida, una promesa de volvernos a ver, le pregunto el nombre, Lucia me dice, Alberto respondo, mi infaltable tarjeta de presentación, con mi número de teléfono, y una servilleta de papel con su número escrito, nada podría salir mejor, había encontrado el amor…
Pasaron los días, citas, bares, cafés, sonrisas, charlas, caminatas de por medio, la conocía y me conocía, nada podría arruinar aquello, cada vez que estábamos juntos solo quería detener el tiempo y tenerla solo para mi, para poder observarla, deleitarme con su belleza, sentirla mía y de nadie más, cada cita era un océano de pensamientos para mi, planeando cada cosa, para no dar un paso en falso, hasta que cayó mi torbellino mental con nuestro primer beso…
Y ahí estaba, la costumbre me había dejado sin armas, incapaz de planear el siguiente paso, lo único que podía hacer era besarla como nunca antes bese a alguien, como queriendo retenerla para siempre, como queriendo entender que era real, que esto no es un sueño, que a partir de ahora nuestro pasos seguirían el mismo camino…
Efectivamente fue así, pasaron las semanas, los meses, los aniversarios, era lo que le hacia falta a mi vida, lo único que necesitaba para ser feliz, todo empezó a salir bien, conseguí un nuevo empleo, compramos un departamento, nos fuimos a vivir juntos, con solo una cama y una heladera, nuestro mundo parecía completo, nos teníamos a nosotros, no importaba nada mas…
Cada día era una nueva oportunidad para enfrentar a la vida juntos, como todas las parejas teníamos nuestras diferencias, no es posible negarlo, no me gustaba que durmiera hasta tan tarde y a ella no le gustaba mi extremo orden, pero éramos felices a nuestro modo, entendiéndonos, discutiendo, peleando, pero sobre todo amándonos…
Consiguió trabajo, todas las mañanas desayunábamos juntos, y no nos veíamos sino hasta la noche, poco a poco la rutina nos empezó a distanciar, sin darnos cuenta, o tal vez lo hicimos conscientemente, aun no lo sé con certeza, pero es como si la fascinación del momento ya no estuviera, éramos amigos, amantes, pero ya no éramos uno…
Las oportunidades para discutir se hacían más evidentes, eran más seguidas las noches q no dormíamos juntos, pero siempre recuerdo sus palabras antes de dormir, “recuerda cuanto te amo”…Palabras que podrían parecer fuera de contexto, pero que alivianaban todo un día tenso y aparentemente carente de amor, pero con eso me demostraba que estabas ahí, que seguías ahí, detrás mi…
Una mañana despertó de un humor extraño, no entendía, no sabía que quería, se la paso metida en el baño, llegue tarde por eso al trabajo, me acuerdo habérselo reprochado antes de subirme al auto, y ella sin decirme nada me despidió con un beso y con lágrimas en los ojos…
Toda esa mañana intente hablarte a la casa, pero no atendías, te llame al celular, y no contestabas, no paraba de pensar lo tonto que fui, no podía comprender como la situación se me había escapado de las manos, ella estaba así, mal por mi culpa, y yo solo tenía reproches para vos, estaba muy arrepentido…
Esa misma noche le compre un ramo de rosas, hice una reserva en el restaurant donde nos dimos el primer beso, solo para resarcir mi error, para demostrarte que aun la sigo amando, que estaba arrepentido de mi comportamiento, que a partir de ese momento iba a cambiar, pero cuando llegue a casa no la encontré…
La soledad me invadió como el gas invade un laberinto, ahí estaba parado en medio de la sala, con el ramo de flores en una mano y el corazón en la otra, para entregárselo como el primer día, para entregárselo para siempre, pero no estaba, intente llamarte de nuevo y no contestaste, llame a sus amigas, y luego de mucho esperar me llamo…
No paraba de llorar, no entendía que pasaba, le pedí perdón de todas las formas posibles, le rogué que volviera, pero solo dijo lo que siempre me decía antes de dormir, “recuerda cuanto te amo”…
Aquella noche no conseguí dormir, como las siguientes noches, solo pensaba en ella, en lo que había hecho mal, recorrí las casas de sus amigas, buscándola donde sea, debajo de las piedras, en los libros, en los cuadros, en el café, solo la encontraba en mis recuerdos, en mi corazón, en mi alma, ahí estaba, como siempre, hermosa, pero triste…
No podía sacarme su imagen de la cabeza, aquel beso de despedida con lagrimas en los ojos, y no sabía que hacer, no entendía que había sucedido, solo sabía que tarde o temprano la volvería a ver, y esperaba aquel momento como lo espere aquella vez…
No tenía más remedio que esperar, compartí lo que me pasaba con vos, mi mejor amigo, aquel que le presente aquella noche…Al verme me preguntaste por ella, me pregunto qué había pasado entre nosotros, me sorprendió la pregunta, es como si fueses vidente o algo parecido, pero bueno, te conté lo que había sucedido y nos fundimos en un abrazo, podía sentir como mi dolor era el tuyo también, eres verdaderamente un amigo entrañable…
Al poco tiempo me diste la noticia de que te promovían de cargo y debías mudarse, el alma se me entristeció por tu ausencia, pero al mismo tiempo me alegro saber que era lo mejor para vos, una nueva y mejor vida te esperaba, lo que tanto había yo soñado, mi mejor amigo lo conseguía, así que nos juntamos a celebrarlo en un bar…
Durante la noche no hice más que pensar en ella, trate por todos mis medios de sacarla de mi vida, pero no lo conseguía, era una noche de celebración y yo por dentro estaba asistiendo al funeral del resto de mi existencia…
Al termino de la velada, nos despedimos con un abrazo profundo y sentido, te agradecí por todo lo que habías hecho por mí, por tu amistad incondicional, y nos hicimos la promesa de volvernos a encontrar, en un susurro casi de muerte me dijiste, “perdóname”, a lo que yo respondí que no tenía nada que perdonar, que era lo mejor para vos y para mi, que no te preocuparas…
Y así, partiste, nos llamamos por teléfono durante un tiempo, chateábamos incluso, pero poco a poco, por la distancia y las obligaciones de cada uno, nos fuimos distanciando cada vez más, hasta que solo nos saludábamos por los cumpleaños y las navidades, un saludo que paso del umbral de la amistad al umbral del mero compromiso, compromiso tácito asumido por los dos, y mantenido en el tiempo por razones que los dos conocíamos…
Han pasado ya siete años desde que te fuiste, hoy sería un nuevo aniversario, y aun no puedo creer que anoche ella me llamo, que esté de vuelta en la ciudad, que quiera verme después de tanto tiempo, el alma no me cabe en el cuerpo, cada noche de nuestro aniversario, en estos años, me la pasaba aguardando al sol desde mi ventana, como si con su llegada pudiera también ella volver…
Y anoche al hacerlo no podía creer que realmente la fuera ver de nuevo, ha pasado tanto, tengo tanto por contarle, tanto que preguntarle, nunca me volví a enamorar como lo hice de ella, fue y será la única en mi vida, y ahora vuelve, ya se que no será como antes, que quizás ha hecho su vida con alguien más, que ya no me ama…
Pero me alcanza con volverla a ver, es todo lo que necesito, y así poder cumplir la promesa que me hice al conocerla, que daría sentido a mi vida y que yo le daría sentido a al suya, necesito volverla a ver para cumplir mi promesa, para pedirle perdón por no haber sido la persona que necesito que fuera, pero también para demostrarte que la ame de verdad y que lo seguiré haciendo en lo que me quede de vida, y en la próxima vida también…
En el horario del almuerzo vimos las noticias en la oficina, un colectivo choco de frente con un tren, el colectivo provenía de la ciudad a la que te habías mudado mi gran amigo, menos mal que no estaba en tus planes venir a visitarme, sino mi suerte se vería truncada por este suceso…Todos los pasajeros menos uno han muerto, aun no se sabe la identidad de esta persona que sobrevivió, pero su estado es crítico, y es una mujer…
Al rato me llaman por teléfono, debo ir al hospital, al parecer alguien allegado a mi ha sufrido un accidente, no sé quién podrá ser, salgo del trabajo con la duda en la mente, con la carta que estás leyendo en el bolsillo del saco, sabía que te iba a encontrar allí, siempre lo supe…
Quizás te preguntes porque nunca te reclame nada, porque nunca te exigí explicaciones, porque te despedí como a un gran amigo, cuando vos te sentías morir por dentro, cuando sentías que habías traicionado mi amistad, lo cierto es amigo mío, que es como te dije aquella noche en que nos dijimos adiós, “sé que es lo mejor para vos y lo mejor para mi”…
Sé que ella y vos eran amantes, lo sabía desde hace mucho tiempo, y cometí el error de intentar recuperarla cuando ya era muy tarde, se que se fue porque estaba embarazada de vos, la noticia de que habías tenido un hijo me alegro, por vos, pero me entristeció porque no pude hacer que ese hijo de la mujer a la que tanto ame, fuese mío…
Pero se amigo del alma, que vos le diste el amor que yo no le pude dar, y que ella fue feliz contigo, ahora que ella esta grave en el hospital, peleando entre la vida y la muerte, nos unirá el inmenso dolor de una perdida de algo que creímos nuestro, te volveré a ver, y te pediré perdón yo, por no haberte dicho que ya sabía todo, por no haberte ahorrado estos años de distanciamiento por tus sentimientos de culpa…
Por haber perdido no solo a la mujer que tanto ame sino también al amigo que siempre estuvo a mi lado, en las buenas y en las malas, hasta que el destino, que ahora confirmo fehacientemente, me jugo una broma, y me hizo conocer a la mujer de tu vida antes que tu lo hicieras…
Llego al hospital y no te encuentro, me dicen que ella ha muerto, y que entre sus cosas encontraron mi número de teléfono, me llamaron por ser el único contacto que ella tenía en la ciudad, me encuentro en la sala despojado de todo, el tiempo se ha detenido de nuevo al verla, es increíble, estaba tan hermosa como la recordaba, los años no hicieron estragos en su belleza…
Seguía sacándome el aliento el solo verla, ha pasado tanto tiempo, no se para que quería verme, no sé qué quería decirme, no sé que quería recordar, no lo sé…La enfermera me lleva a otra sala, donde descansa el cuerpo de una niña de unos seis o siete años, que murió de forma inmediata en el accidente, agradezco a Dios no haya hecho agonizar a esta pobre niña…
En ese momento, la enfermera me da una carta que encontraron entre las cosas de Lucia, en ella me pedía perdón por todo el dolor que me había causado, por no haberme explicado lo que le pasaba en el momento en que me dejo, yo seguía sin entender, porque hacer este viaje después de siete años para darme esa carta, porque no llamarme por teléfono, o porque no mandarme la carta por correo? No lo entiendo…
Tampoco entiendo que hago frente a la niña en esa sala helada, hasta que la enfermera me dice que a Lucia solo le quedaban unas semanas de vida, un cáncer terminal la estaba consumiendo, ahí entendí todo, ahí te odie con todas mis fuerzas…como fuiste capaz?, y como ella fue capaz de ocultarme algo así?
Después de todo lo que hice por cada uno de ustedes, después del lazo que no unía, no entiendo cómo fueron capaces de algo semejante, no hay poder en este mundo que me ayude a perdonarlos, me privaron de lo más sagrado que un hombre puede tener en la vida, y lo peor de todo es que fueron conscientes de lo que hacían…
Ya ahora nada tiene sentido, salgo de la sala terminando de escribir esta carta para vos, se que nos volveremos a encontrar y que cuando eso suceda no me quedaran fuerzas para hablarte y mucho menos para perdonarte…
Veo llegar un auto a toda velocidad al hospital y me abalanzo sobre el, la vida debe terminarse tal como llego, sin darme cuenta…antes de que me atropelle, te veo dentro de la cabina, sos vos, es tu auto, que oportuno es el destino, por fin me da la revancha que tanto le pedí…
El choque es mortal, bajas del auto, tu cara de sorpresa me la llevare a la tumba, nos miramos, y en ese momento te perdone con todas las fuerzas de mi corazón y deje que mi vida se fuera de entre tus brazos…
Encuentras la carta en mi bolsillo y lees al final en un Pos Data: “Perdone que me la quitaras, perdone que la mujer de mi vida se fuera con mi mejor amigo, perdone que no me dijeras que ella estaba por morir, perdone tu ausencia durante siete años, pero no te voy a perdonar nunca que no me hayas dicho que la hija que tuvieron era mía…”

FIN

1 comentario:

  1. aca estoy! primeritaaa jeje porque soy la madrina jajaj
    excelente blog...felicitaciones!
    vas a ver que todo te va a ir mas que bien...
    te quiero un monton
    JAQUELINE

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